Música andalusí

Ziryab (s. IX) llegó en 822 d.C. a la corte de 'Abd al-Rahman II (792-852). Allí recopiló unas 10.000 canciones, fundó un Conservatorio y reformuló las tradiciones musicales de la España musulmana. Tras la Reconquista el repertorio de Ziryab y la música andalusí se extendieron por el norte de África, donde todavía se interpreta.

Durante la dinastía almohade (s. XII-XIII) la música fue prohibida en la España musulmana y muchos músicos andalusíes emigraron a Europa llevando con ellos el 'ud, al que se supone origen del laúd europeo.

Trovadores y juglares

Surgen en Francia en el siglo XI. La estructura melódica es la misma que en el Canto Gregoriano, pero se utiliza acompañamiento instrumental y la lengua vernácula. En España dan lugar a las cantigas, que solían ser de amor, de amigo o de burla.

Martín Codax (c. siglo XIII), autor de las Cantigas de amigo. Canciones de amor y amistad escritas en gallego.

Alfonso X (1221-1284), rey de Castilla, León y Galicia entre 1252 y 1284. Durante su reinado aglutinó intelectuales de todos los campos y religiones, en el que es el momento de mayor fusión entre las culturas cristiana, árabe y hebrea. Los tres centros culturales de su reino eran Toledo, Sevilla y Murcia. Escribió las Cantigas de Santa María en el siglo XIII. Son canciones de alabanza a la Virgen y sus milagros, escritas en gallego.

Canto Mozárabe

De origen visigodo, lo practicaban los cristianos que vivían bajo dominio musulmán. Tras la Reconquista, cuando la Iglesia impuso el Canto Gregoriano como ritual oficial para todo el mundo católico, el Canto Mozárabe se conservó en algunas iglesias, sobre todo en Toledo, con permiso eclesiástico. En el siglo XV se intentó reconstruir la liturgia visigoda, pero la notación en los manuscritos de los siglos IX al XI era neumática, es decir, sin indicación de intervalos, sólo una guía memorística, de forma que apenas algunos manuscritos del siglo XII eran legibles, por lo que lo único que se podía hacer era tratar de reconstruirlo imaginando cómo sonaba realmente.